06 junio, 2009

Lo que te ofrecemos


El nacimiento de un hij@ es uno de los momentos más importante en la vida. Es un punto de inflexión para toda persona, mujer u hombre, que cambia su modo de ser en el mundo (y su percepción como tal) cuando pasa a ser madre y padre respectivamente. Un nuevo ser llega y se merece una acogida amorosa, respetuosa, vital, plena. Pero no siempre las cosas ocurren como las hemos soñado. Ya sea por razones naturales o porque el hombre en su afán de dirigir la naturaleza acaba estropeando lo que no necesitaba dirección alguna, algo sale mal y el sueño (un parto hermoso, un bebé deseado) se rompe en mil pedazos dejando hundidos en la desolación a unos padres. ¿Cómo seguir adelante?


Afrotunadamente en la actualidad son muchos los grupos de autoayuda a los que se puede acudir en busca de reconocimiento y consuelo, tanto físicos como virtuales. Internet nos brinda cada día la oportunidad de conectarnos y sentirnos unidos a otras muchas personas con inquietudes similares a las nuestras. Nos conocemos, nos apoyamos, lloramos juntas si hay que llorar. Esto es sanador y nos devuelve nuestra identidad perdida de mujeres, de miembros de una tribu que se reúne en torno al fuego para contar historias y compartir.


Pero a veces esto no es suficiente.


Cuando pasan los meses y el dolor y la rabia siguen presentes.


Cuando el malestar, aunque disminuye, continúa bloqueando nuestro camino como personas y seres libres en el mundo.


Cuando, aún habiendo emprendido las acciones legales pertinentes, no logramos acallar la angustia.


Cuando el plano físico se pone en movimiento y nuestro cuerpo nos grita con dolencias "reales" que algo no va bien, que no estamos emprendiendo el camino correcto.


Cuando nuestras relaciones personales, familiares son una grieta por la que se nos escapa la vida y nos encontramos solas frente a nosotras mismas.


Cuando ...


Es momento de concederse un respiro y pedir ayuda. Aunque no queramos hacerlo, aunque sea la última opción. Es el momento de dirigirse a un profesional que nos ayude a coser nuestra alma maltrecha y a sacar la nueva mujer que nos habita y está luchando por salir, aunque no encuentre el camino para hacerlo.


Eso es lo que como terapeutas podemos ofrecerte. Ayudarte allí donde tú lo necesitas, donde tú lo pidas, para reencontrarte contigo misma y ser feliz.


No hay comentarios:

Publicar un comentario